Artículo 120. (26 de
febrero de 2015.)
Toledo, cuando llega la noche, rutas, leyendas…
Toledo de noche….
Una de las caras más interesantes
de la ciudad imperial, es su noche, cuando el sol se retira a descansar y los
rayos del astro se ven sustituidos por la luz artificial, que, a menudo, sirve
para resaltar las partes más bellas de la arquitectura toledana, sus fachadas,
sus torres, sus monumentos, la magia del Toledo nocturno, su embrujo. Tanto el
Casco Histórico, sus Murallas de carácter milenario, la hermosísima Catedral
Gótica, su Alcázar…y tantas y tantas otras cosas. Toledo se vuelve bohemio,
soñador, mágico, embriagador.

Calles legendarias…
Pasear por las pequeñas calles
del casco histórico, cuando las luces nocturnas se encienden…tiene especial
belleza, poesía. Calles llenas de historias, de leyendas, de recuerdos de
personajes históricos que marcaron la época, de huellas legendarias. Es muy
fácil, cuando se van transitando estas calles, el imaginar caballeros de capa y
espada, centuriones romanos marcando el paso de su centuria de legionarios, el
Toledo árabe con sus ricas vestimentas y su aromática cocina, y un sin fin de
culturas que se mezclan, y que ofrecen al paseante un halo de misterio, de
magia, como digo, de estar en un lugar con un encanto muy especial.

Cigarrales toledanos…
Una opción muy interesante en las
múltiples posibilidades que el Toledo nocturno nos ofrece son los cigarrales.
Éstos son grandes propiedades privadas en las proximidades del centro urbano
toledano, con hermosas vistas, y privilegiados entornos, que han sido
transformados en hoteles, restaurantes o terrazas de excepcional calidad, por
su servicio y por las inmejorables vistas de la ciudad que ofrecen. Merece la
pena su visita.

Ilustres personajes fascinados con Toledo..
Toledo es una ciudad mágica, narcótica,
noctámbula, bohemia... Esta es la cara oculta tras las murallas. La que enamoró
e inspiró a Quevedo, a El Greco, a Bécquer, a Buñuel, incluso al maestro Paco
de Lucía, en su momento...


Leyendas toledanas….romanticismo, magia…
Las Leyendas, son testimonio vivo, del recuerdo
que algunos grandes genios de la literatura y unos pocos, anónimos de la
historia, dejaron en el saber popular, en el clamor del boca a boca...
Estas maravillas escritas, en unos casos, o que
han ido pasando de boca en boca a lo largo de los tiempos, en otros, son sin
duda, un fiel reflejo de esa parte oscura pero atrayente que encierra Toledo en
su otra cara.
De sus leyendas, es hermoso recordar, a modo de muestra, algunas de ellas. Desde la leyenda de la mujer del arquitecto, doña Águeda, que libró el proyecto del puente de San Martín por sus defectos iniciales, en una acción arriesgada y valiente; los amoríos entre el Rey Alfonso VIII y la judía Raquel; la leyenda del pozo amargo, que cambió sus aguas dulces por aguas amargas, en un llanto eterno por un suicido por amor; el arroyo de la degollada, la bella judía Esther, barquera que se convirtió al cristianismo por amor, y lo pagó con su vida; la preciosa historia de la casa del diamantista, donde unos duendes nocturnos trabajan para fabricar la más bella corona que nadie pudo nunca imaginar, encargo de Isabel II; o la romántica historia del Palacio de Galiana, donde el moro Abenzaide, enamorado de la princesa Galiana, retó en duelo al favorito de ésta, un cristiano llamado Carlos, al que, pasado el tiempo, el mundo conocería con el nombre de Carlomagno. El sangriento duelo se saldó con la muerte del sarraceno, ante la algarabía del pueblo toledano, puesto unánimemente del lado del cristiano.

De sus leyendas, es hermoso recordar, a modo de muestra, algunas de ellas. Desde la leyenda de la mujer del arquitecto, doña Águeda, que libró el proyecto del puente de San Martín por sus defectos iniciales, en una acción arriesgada y valiente; los amoríos entre el Rey Alfonso VIII y la judía Raquel; la leyenda del pozo amargo, que cambió sus aguas dulces por aguas amargas, en un llanto eterno por un suicido por amor; el arroyo de la degollada, la bella judía Esther, barquera que se convirtió al cristianismo por amor, y lo pagó con su vida; la preciosa historia de la casa del diamantista, donde unos duendes nocturnos trabajan para fabricar la más bella corona que nadie pudo nunca imaginar, encargo de Isabel II; o la romántica historia del Palacio de Galiana, donde el moro Abenzaide, enamorado de la princesa Galiana, retó en duelo al favorito de ésta, un cristiano llamado Carlos, al que, pasado el tiempo, el mundo conocería con el nombre de Carlomagno. El sangriento duelo se saldó con la muerte del sarraceno, ante la algarabía del pueblo toledano, puesto unánimemente del lado del cristiano.

Toledo y sus vistas, paisaje
único
Finalmente, recomendamos la vista
de Toledo nocturna desde un clásico: la ronda del Valle. Sus vistas del casco
histórico toledano son inigualables, y fuente de las fotografías y cuadros más
bellos que se han hecho sobre la parte más legendaria de la ciudad. Suele
decirse que la vista panorámica de la ciudad desde los miradores, del valle,
terrazas y hoteles de los cigarrales e incluso desde el “Parador de Toledo”,
proporciona una vista nocturna sorprendente y sublime.

Y más….
Sirva este artículo de homenaje a
la ciudad imperial. En próximos artículos profundizaré sobre estas hermosísimas
leyendas.
Por Francisco María García,
febrero de 2015
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