El marisco y el queso
rara vez se han utilizado juntos. Son dos sabores muy diferentes y
puede pensarse que se contraponen demasiado el uno y el otro. A menudo
en la cocina, si abusamos de sabores fuertes mezclándolos entre ellos,
puede aparecer lo que se conoce como "colapso de sabores", donde nuestro
paladar no diferencia bien los diferentes matices de cada ingrediente.
No es interesante esto. Sin embargo, en ocasiones funciona. Los
mejillones y sus aromas a mar y a yodo marino por un lado, y el queso
Roquefort, con su sabor peculiar por otro, hacen un maridaje perfecto y
funcionan muy bien juntos.
A continuación presento una receta muy interesante. Aunque parezca que va a resultar un sabor muy subido, en la realidad todos los matices se integran con un resultado asombroso.
A continuación presento una receta muy interesante. Aunque parezca que va a resultar un sabor muy subido, en la realidad todos los matices se integran con un resultado asombroso.

Ingredientes:
- Medio kilo de mejillones ya limpios.
- Una hoja de laurel.
- 50 cl. de vino blanco.
- Unas bolas de pimienta.
- Sal.
- 100 gr. de queso Roquefor troceado.
- 100 cl. de nata líquida.
- Una cucharadita de mostaza de calidad.
- 50 gr. de una buena mantequilla.
- Eneldo picado.

Preparación:
* Los mejillones los ponemos en una cazuela de un tamaño suficiente junto con el laurel, las bolas de pimienta, y el vino blanco. Los ponemos a fuego fuerte tapando la cazuela. Iremos abriendo y moviendo de vez en cuando. Se trata de retirarlos del fuego justo cuando veamos que se han abierto. Y no tenerlos más tiempo del debido, pues se ponen con una textura un poco "gomosa", y pierden jugosidad.
* El líquido que han soltado en la cazuela los mejillones es un jugo extraordinario. En esta receta no lo vamos a usar, pero será ideal para otras. Un arroz por ejemplo, la base de la salsa de un pescado, etc.
* Retiramos una de la concha de cada mejillón, y la desechamos. Los vamos colocando en una fuente para servir con la cáscara tocando el plato o fuente y la carne hacia arriba. Los distribuiremos de una forma decorativa.
* En un cazo colocaremos el queso, la nata, la mantequilla y la mostaza. Ponemos a fuego medio. Iremos moviendo con una cuchara para que se derrita el queso y la salsa vaya espesando. Debe quedar una crema no demasiado trabada, pero tampoco líquida. Ponemos a punto de sal.
* Con ayuda de un cazo o cuchara de servir vamos cubriendo los mejillones con la salsa de Roquefort.
* Espolvorear con eneldo picado.

Comentarios:
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Tiene buena pinta. Saludos.
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Buena receta. Felicitaciones.
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Se me hace la boca agua... un saludo.
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La verdad es que con esta receta nunca los comí, pero han de estar muy ricos............. Saludos
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Una delicia, estoy descubriendo también un filón en el marisco a la brasa, un saludo....
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Rica receta, un saludo
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Alguna vez los he hecho con salsa de queso y están ricos probaré con el roquefort, que puede ser interesante la combinación, un saludo