Las aceitunas u olivas, depende del
nombre que se da en diferentes regiones. Un bocado exquisito, un
aperitivo ideal. No siempre es obligado comprarlas envasadas o ya
aliñadas. Si nos hacemos con unas buenas recién recolectadas, de un buen
tamaño, podemos curarlas y aliñarlas nosotros mismos.
Bien hecho, el resultado es rico rico. Aunque puede parecer una
operación difícil, en realidad no lo es tanto.
Entretenido sí, sobre todo el "rajarlas" una por una, si no se dispone de una herramienta para hacerlo. Pero, en definitiva, si las vamos a preparar para casa, no tendremos que rajar kilos y kilos. Y merece la pena. Voy a explicar cómo hacerlo.
- Lo primero es, como suele decirse tradicionalmente, echarlas en agua. Por dos kilos de aceitunas gordas, usaremos una cucharadita de sosa disuelta en el agua precisa para cubrir las aceitunas. Hay quien no utiliza sosa por su carácter abrasivo. Yo creo que el punto de amargor que tiene el producto no lo pierde fácilmente, si no es con ayuda de la sosa. Las dejamos cubiertas de esta mezcla 24 horas. Tras este tiempo, las lavamos y escurrimos varias veces hasta que el agua salga clara.
- Las rajamos, con ayuda de un chuchillo pequeño, haciéndolas tres o cuatro rajitas longitudinalmente. Volvemos a cubrirlas con agua bien salada, y las tenemos 24 horas más. Tirar el agua y aderezar las aceitunas.
- Voy a proponer dos aderezos:
* Primer aderezo: cominos, hinojo, pimentón, ajo machacado y tomates enteros. Cocer bien hasta que se disuelva el tomate. Enfriar, unir a aceite y vinagre, remover y echar a las aceitunas. Tener dos días antes del consumo.
* Segundo aderezo: mucho ajo machacado con su piel, cominos, tomillo y vinagre.
Efectuadas estas operaciones, sólo nos quedará elegir nuestra bebida preferida... y será un placer para nuestros sentidos.
Entretenido sí, sobre todo el "rajarlas" una por una, si no se dispone de una herramienta para hacerlo. Pero, en definitiva, si las vamos a preparar para casa, no tendremos que rajar kilos y kilos. Y merece la pena. Voy a explicar cómo hacerlo.
- Lo primero es, como suele decirse tradicionalmente, echarlas en agua. Por dos kilos de aceitunas gordas, usaremos una cucharadita de sosa disuelta en el agua precisa para cubrir las aceitunas. Hay quien no utiliza sosa por su carácter abrasivo. Yo creo que el punto de amargor que tiene el producto no lo pierde fácilmente, si no es con ayuda de la sosa. Las dejamos cubiertas de esta mezcla 24 horas. Tras este tiempo, las lavamos y escurrimos varias veces hasta que el agua salga clara.
- Las rajamos, con ayuda de un chuchillo pequeño, haciéndolas tres o cuatro rajitas longitudinalmente. Volvemos a cubrirlas con agua bien salada, y las tenemos 24 horas más. Tirar el agua y aderezar las aceitunas.
- Voy a proponer dos aderezos:
* Primer aderezo: cominos, hinojo, pimentón, ajo machacado y tomates enteros. Cocer bien hasta que se disuelva el tomate. Enfriar, unir a aceite y vinagre, remover y echar a las aceitunas. Tener dos días antes del consumo.
* Segundo aderezo: mucho ajo machacado con su piel, cominos, tomillo y vinagre.
Efectuadas estas operaciones, sólo nos quedará elegir nuestra bebida preferida... y será un placer para nuestros sentidos.

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